GRITOS DE DOLOR

Hace 16 años, que convivo con mi pareja, el es policía y trabaja en la Patrulla 110.

Al principio todo andaba muy bien. Después que nacieron mis hijas, cambio su actitud conmigo, se comportaba muy agresivo, llegaba borracho, me insultaba y golpeaba.

He aguantado tantas cosas en todos estos años, tal vez por que no he tenido la oportunidad de estudiar y sobre todo por mis hijas. Por eso no me he separado de él, si lo hacia, ellas no iban a poder estudiar.

El se perdía tres meses, venia a la casa cuando quería y nos daba plata cuando quería. Le pedía plata para comprar leche y me decía que no tenía dinero. Pero para beber si tenía, llegaba borracho a golpearme, me decía, no sirves como mujer, no sirves ni para madre de mis hijos, yo me tapaba los ojos y me escondía para que él no me encuentre.

He aguantado todo por vergüenza a mi familia y para que la gente no diga que soy una mujer separada. Tenía miedo de afrontar la vida sola con mis hijas, porque no tengo trabajo para mantenerlas. Eso fue lo que me obligó a quedarme con él y aguantar todas sus humillaciones.

Siento impotencia, rabia, odio y eso me amarga la vida por no haber hecho nada. Cuando recuerdo esas cosas, quiero desaparecer, no quiero vivir. Me siento mal cuando recuerdo lo que he vivido.

Seguían pasando los años y los golpes continuaron. Delante de mis hijos, me torcía el brazo haciéndome gritar de dolor, me hacia la fuerte para no llorar y hacerlos sufrir. Cuando no estaban ellos lloraba de dolor e impotencia.

El primero de Noviembre, intentó suicidarse con su revolver delante de mi y de mis hijos. Le supliqué que no lo hiciera y fue entonces que me apuntó con el arma en el estómago, mis hijos estaban muy asustados, intentaron detenerlo, unas de mis hijas le quitó el revolver y yo me desmayé de susto. Al día siguiente fui a la Brigada de Protección a la Familia, no me ayudaron porque me dijeron que no querían tener problemas, porque el denunciado es policía.
Ahora quiero separarme de él porque no aguanto más sus atropellos.